Cada vez más personas comienzan a darse cuenta del impacto de los alimentos en la salud y el bienestar. Es más probable que elijamos productos naturales, colocados en los estantes de las tiendas marcados como alimentos saludables. Los productos orgánicos, no transgénicos, orgánicos o biológicos son solo algunos de los términos y nombres que se pueden encontrar en las tiendas de comestibles.
Además, existen diversos tipos de certificados o marcas que en ocasiones resultan difíciles no solo de descifrar, sino sobre todo de verificar su autenticidad y vigencia – Caixaimpulse. ¿Cómo lidiar con el laberinto de nomenclatura y términos poco claros? ¿Qué comer para estar sano? ¿Y qué significa que la comida sea saludable?
Definición de comida saludable.
De acuerdo con la definición de la FDA, es decir, la institución estadounidense que se ocupa de alimentos y medicamentos, los alimentos saludables son aquellos productos alimenticios o sus ingredientes que, cuando se consumen, pueden reducir el riesgo de enfermedades y otras dolencias de salud.
Habitualmente, coloquialmente, hablamos de comida sana cuando los productos son naturales, sin aditivos químicos ni artificiales, conservantes ni colorantes. También es bajo en grasas y azúcar. Idealmente, debería tener un contenido insignificante de colesterol o sodio, que afectan negativamente a nuestro cuerpo, pero debería ser rico en valiosos micro y macroelementos. El alto contenido en vitaminas, hierro o calcio, así como proteínas y fibra serán una excelente recomendación.
¿Qué significa que la comida es saludable?
El grado de procesamiento también es importante. Los mejores son los productos sin procesar, es decir, aquellos que puedes comer prácticamente sin ningún paso adicional. Solo lávalas. Alternativamente, se pueden servir después de un breve tratamiento térmico, por ejemplo, al vapor, blanqueados o horneados.
Los más insalubres son los productos altamente procesados, es decir, aquellos que han pasado por procesos tecnológicos en plantas de la industria alimentaria. Esto aumenta su durabilidad o acelera el proceso de cocción. Esto puede ser muy alentador para los consumidores, que tienen que dedicar menos tiempo y esfuerzo a preparar una comida con este tipo de producto. Desafortunadamente, para lograr tal efecto, es necesario usar muchos aditivos alimentarios químicos, lo que lo hace menos valioso y, a veces, incluso dañino para el cuerpo.
Eco, bio, OGM: ¿qué significa?
Los fabricantes de alimentos se superan unos a otros en la invención de nuevos productos para animarnos a comprar. Lo mismo ocurre con la nomenclatura. Eco, bio, OMG son solo algunos de los muchos términos que vemos en los envases todos los días. Hasta hace poco tiempo, se podían usar libremente y era difícil verificar su autenticidad. Hoy, afortunadamente, las oficinas correspondientes están poco a poco sistematizando la nomenclatura en este ámbito, gracias a la cual los consumidores pueden elegir conscientemente a la hora de comprar.
Comencemos con el hecho de que los adjetivos “ecológico”, “bio” o “biológico” y “orgánico” se pueden usar indistintamente y son sinónimos. Según la información del Centro Nacional para la Educación en Nutrición, “alimento orgánico es un término para los alimentos producidos mediante métodos de agricultura orgánica. Tal agricultura no utiliza fertilizantes ni pesticidas artificiales.
La producción de alimentos orgánicos garantiza la protección de la salud humana y el medio ambiente, lo que significa que los ecosistemas naturales no se cargan adicionalmente y se apoya el desarrollo de la agricultura. Su producción se controla constantemente, y el fabricante y la unidad que controla el proceso de producción son responsables de su calidad. Gracias a esto, al comprarlo, puedes estar seguro de lo que acabará en tus platos.
Sin embargo, vale la pena ser consciente de que los productos descritos por los fabricantes como “naturales” pueden estar lejos de su idea de lo que realmente son y qué ingredientes se utilizaron en su producción. Esta pegadiza palabra de marketing se ha asentado en muchos envases para siempre, a menudo engañosa. Desafortunadamente, actualmente no hay regulaciones nacionales o de la UE que regulen su uso.
Superalimentos
Otra categoría de alimentos saludables son los superalimentos. Este término se utilizó por primera vez en 1998 en un artículo de Aaron Moss. En su texto para la revista “Nature Nutrition”, utilizó este término para describir alimentos orgánicos con propiedades extraordinarias que afectan el funcionamiento del cuerpo humano, lo fortalecen y lo limpian de manera efectiva de sustancias nocivas. Hasta el día de hoy, no se ha creado una definición clara de superalimentos, pero la mayoría de las veces se utiliza para describir alimentos que son excepcionalmente ricos en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. No existe una lista fija de productos considerados superalimentos, pero la mayoría de ellos contienen muchos elementos repetitivos. Muchos de ellos son ingredientes bastante exóticos en nuestras mesas, pero también encontrarás muchas propuestas autóctonas.