Por “parte” sugerimos el maridaje de unos 80 gramos o, para obtener una sugerencia menos compleja Hogar, la cantidad de fruta o verdura cruda que se puede incluir en mano de mano, o medio plato de verduras cocidas.
Algunos ejemplos
Un tomate de tamaño mediano, un puñado de tomates cherry, un puñado de frijoles ecológicos, un tazón de sopa, 1 manzana, 2 albaricoques, 4-5 fresas, 1 plátano, etc. Es fundamental tener en cuenta que las verduras y frutas de temporada suelen ser más asequibles y también más sabrosas.
- Alimentos ricos en almidón: como los cereales, el pan, la pasta, las patatas, la polenta son alimentos que en un régimen de alimentación equilibrada deben consumirse a diario. Tienen un alto valor energético pero no contienen grandes cantidades de grasa.
- El consumo de alimentos ricos en almidón es importante ya que consisten en carbohidratos complejos que, a diferencia de los carbohidratos simples que se encuentran en los alimentos dulces, proporcionan energía que el cuerpo va utilizando de forma paulatina.
Por lo tanto, puede consumir este tipo de alimentos sin temor a engordar, siempre y cuando use un condimento ligero y sin grasa y evite tomar otros alimentos que contengan un alto porcentaje de carbohidratos complejos en la misma comida en el mismo momento. Mismo tiempo.
Una pasta de uso restringido, pan y arroz sólo debe considerarse cuando se trata de obesidad o problemas de peso.
Leche y también derivados: su principal característica es la de aportar calcio en una forma sumamente absorbible y funcional por el organismo. Esto es vital para la estructura ósea, así como para el mantenimiento, la contracción muscular, la coagulación de la sangre, etc.
- En cuanto a los quesos, hay que utilizarlos con moderación y también como los frescos con bajo contenido en grasas (como la ricota de leche de vaca).
- Los quesos no deben consumirse al final del plato, pero deben considerarse un sustituto de la carne o el pescado.
- Pero cuidado con los “falsos compinches”: aunque tanto la nata como la mantequilla sean a base de leche, no deben considerarse productos lácteos, sino grasas de origen animal cuyo uso debe limitarse.
Pescado, carne y huevos: aportan proteínas saludables de alta calidad
La carne y también el pescado también dan hierro. El pescado también tiene un efecto protector por el tipo de grasas que contiene (omega-3) que minimizan el riesgo de enfermedades del corazón.
Se sugiere consumir carne, pescado o huevos, 1 o 2 veces al día.
- En cuanto al pescado, se aconseja consumirlo (tanto fresco como helado) al menos 2 veces por semana.
- Es muy importante favorecer las carnes magras (ave, pavo, ternera y conejo) limitando el consumo de carnes rojas y grasas (cerdo, oca, pato).
- Es preferible asar a la parrilla, cocinar o al vapor, restringiendo el uso de salsas ricas en grasas.
- También es saludable y equilibrado limitar la ingesta de embutidos y también favorecer las carnes magras curadas, teniendo en cuenta no obstante que tengan un alto contenido en sal.
Grasas de condimento: se ha de tener en cuenta su ingesta, dando opción al aceite de oliva virgen añadido así como a los aceites vegetales en general, limitando el uso de grasas de origen animal como mantequilla, manteca, manteca y nata, que consisten en altas cantidades de hidrogenados grasas La ingesta extrema de grasas aumenta el riesgo de obesidad y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Hay que tener en cuenta que los aceites tienen un alto valor energético por lo que junto a las grasas aromatizantes, las que añadimos durante la elaboración de un plato, existen otras grasas “ocultas”, tanto las existentes actualmente en los alimentos como las añadidas a lo largo de su elaboración.